Rehabilitar una casa es algo a lo que el paso del tiempo acaba obligando. Eso sí, antes de empezar las maniobras y de remozar la vivienda, es importante analizar muy bien cómo el edificio puede mejorar su aspecto, a la misma vez que mejora su eficiencia energética. En este sentido, el consumo de calefacción puede llegar a reducirse de un modo considerable. Y es que una rehabilitación energética integral puede cambiar por completo las características de conservación térmica de una vivienda tradicional; esto apartará ventajas al rehabilitar el tejado como las siguientes:
- Menos consumo de energía. La demanda energética en la vivienda se reducirá de una manera importante; aislar bien servirá para consumir menos energía.
- Menos ruido. El nivel de ruido será menor dentro de la vivienda, por los que la comodidad acústica será mucho mayor. Los inquilinos ganarán en tranquilidad, descanso, salud y armonía.
- Equilibrio en las temperaturas. Una consecuencia positiva será el equilibrio térmico, que propiciará temperaturas suaves y constantes en la casa durante las cuatro estaciones.
- Abolición de los puentes térmicos y las condensaciones. Al acabarse con los puentes térmicos, la pérdida de calor de la vivienda será mucho menor; una envolvente bien aislada servirá para combatir las condensaciones, foco de humedades y de problemas.
- Revalorización de la vivienda. Al incidirse en la envolvente, el aspecto de la vivienda mejorará; el edificio se revalorizará, en parte porque tendrá una mayor eficiencia energética.
- Optimización de las instalaciones. Una rehabilitación energética permite estudiar las instalaciones y las mejoras que pueden implementarse para lograr un menor gasto en calefacción y agua caliente.
- Lucha contra la contaminación y el cambio climático. Las emisiones domésticas de dióxido de carbono suponen casi el cuarenta por ciento, de ahí que sea tan importante mejorar la eficiencia energética de los edificios para combatir el cambio climático.