Los tejados de pizarra cuenta con una gran aceptación en nuestro país desde hace lustros, toda vez que están formados por un material óptimo para este tipo de climas. Las características térmicas y energéticas de la pizarra carecen de parangón; estos tejados son habituales en viviendas y construcciones de gran valor estético, de ahí su enorme elegancia.
Es el pizarrista quien se encarga de colocar e instalar los tejados de pizarra; este técnico suele tener detrás años de trabajo, los cuales le permiten operar con gran capacidad y pericia. No hay que obviar que no todos los profesionales ni albañiles están preparados para colocar algo tan complejo como la pizarra en los tejados.
En este sentido, hay empresas que incluso han abogado por instar a los propios clientes a trabajar con su propio kit de colocador de pizarra, algo que es totalmente contraproducente, pues no hay que frivolizar con algo tan serio como la seguridad de los inquilinos; la experiencia del pizarrista es muy difícil de igualar, por lo que el resultado de optar por una colocación casera de la pizarra suele ser deficiente.
No obstante, debemos saber bien cuánto cuesta poner en marcha la colocación de un tejado de pizarra, para lo que habrá que valorar diversos aspectos. Una opción es optar por la rehabilitación del tejado de pizarra, para lo que habrá que contar con el desmantelamiento del tejado existente.
Y es que el desmantelamiento de la pizarra dependerá directamente de la inclinación del tejado y de la dificultad de la operación. Tampoco hay que olvidarse de si puede aprovecharse la pizarra que resulta de desmontar el anterior tejado, algo que puede abaratar las maniobras; hay pizarra que puede ser rescatada y aplicada de nuevo.
En lo que se refiere al estado en el que queda la base y a su reparación, tenemos que aclarar que podemos encontrarnos con distintos escenarios. Puede darse el caso positivo de que parte de la pizarra se aproveche; también puede darse la situación adversa de que haya que completar tratamientos añadidos, reparar las bases de la cubierta que se han dañado por la humedad, apostar por el parcheado, etc.
El rastrelado cumple una función importante tanto en la rehabilitación del tejado como en la instalación nueva. Se ejecuta siempre a partir de madera tratada, principalmente de pino. Es el color verde el que nos certifica que la madera que se va a emplear ya ha sido tratada. La madera de pino tratada es sin duda la más aconsejable a la hora de implementar.
El aislamiento térmico es esencial hoy en día para que el tejado gane en eficiencia térmica. Para cubiertas de pizarra suele usarse insulflado de lana de roja, así como celulosa. Ambas son opciones ideales para aislar correctamente; la aplicación de una u otra dependerá de las características de la cubierta.
En lo que respecta a la lámina impermeabilizante transpirable que se aplica en tejados de pizarra, tenemos que decir que se trata de un material moderno y capaz de permitir que, al mismo tiempo, se pueda transpirar e impedir que el agua permee. El gramaje y la resistencia frente al desgarro determinarán el precio de estas láminas, que pueden llegar a costar, las más baratas, menos de cinco euros.
Como resumen, debemos ensalzar las virtudes de la pizarra. Para pedir presupuesto habrá que ver bien si la empresa se dedica exclusivamente o no a la instalación de pizarra. No obstante, su precio en el mercado dependerá de la calidad de la propia pizarra, así como de la dificultad de trazar sobre el tejado. Una buena pizarra costará siempre más de veinte euros, mano de obra y material incluido; las pizarras muy baratas suelen ser de baja calidad.