El proceso de impermeabilización de una cubierta sirve para evitar que el agua de las lluvias o de las nevadas pueda hacer de las suyas. Bastará con aplicar un soporte de fibra de vidrio, sumado a una lámina de fibra de poliéster con auto protección, para tratar de impermeabilizar de una manera adecuada la cubierta. Son las placas asfálticas las que garantizan que la superficie impermeable no padezca problemas ni contratiempos, sobre todo en cubiertas con pendiente.
Y es que, como resulta más que evidente, las terrazas, los tejados y las azoteas se convierten en zonas muy vulnerables cuando llegan los chaparrones, las nevadas, las heladas, las humedades y las bajas temperaturas; por eso, velar por una correcta impermeabilización es esencial para evitar filtraciones de agua, grietas y demás roturas. No obstante, al mismo hay que asegurarse de que la estructura pueda respirar, gracias a instalaciones transpirables y a sistemas de ventilación bajo tela.
Podemos decantarnos por una de las dos membranas impermeabilizantes con membrana. Las transpirables suelen instalarse sobre buhardillas habitables, de modo que impidan que la humedad se cuele en el interior y que permitan que el vapor de agua del interior pueda salir. Las no transpirables son ideales para las casas que tienen un espacio libre entro los cuartos de la planta más alta y la propia vivienda.
No hay que obviar que hay muchos materiales y métodos (láminas, placas, revestimientos, tejas asfálticas, membranas, etc.) para acabar impermeabilizando la cubierta. Y es que este procedimiento sirve para cuidar la casa, para evitar tener que afrontar gastos en el futuro y para mantener en un estado óptimo los techos del interior de la casa. Si está pensando en que tal vez las cubiertas de su casa deberían pasar a ser impermeables, consulte siempre a especialistas como los de reparacion de tejados Madrid, ya que estos profesionales cualificados le darán la mejor respuesta y el servicio más preciso y certero.