En un bloque de pisos, cuando aparece una gotera suele ser por culpa de las cañerías o de los excesos acuáticos del vecino de arriba, aunque en otras ocasiones es por otra causa, la cual es difícil de identificar. No obstante, con esfuerzo se puede llegar a hallar una gotera de un tejado o una cubierta, algo fundamental sobre todo para estar tranquilos ante la llegada de las lluvias, el frío y las hojas caídas del otoño.
Guía para hallar las goteras
Suele ocurrir que nos damos cuenta de que hay una gotera en el tejado justo cuando está lloviendo y no podemos subir a repararla.
Claves para localizar las goteras
Cuando está lloviendo y descubrimos que hay una gotera y que no podemos hacer nada, una alternativa es abrir un agujero en el centro de la gotera y anclar una cuerda enlazada a su vez a un cubo que esté en el suelo; de este modo el agua bajará directamente por la cuerda y no podrá expandirse a otras zonas, por lo que a la postre no costará tanto trabajo localizar la gotera. Y es que el agua tiene el habitar de acabar buscando siempre su camino.
No obstante, el agua puede filtrarse tras aprovechar deficiencias en los materiales o en juntas mal selladas, por lo que puede recorrer una distancia importante y acabar buscando una salida lejos del origen de la gotera, algo que dificultará enormemente la tarea de localización. Un buen método puede ser marcar desde dentro el punto de salida de la gotera, así como asegurarnos bien del recorrido que el agua ha hecho.
Revisar bien las tejas es vital, pues las piezas que están rotas suelen ser causantes de goteras en muchos casos. Sin embargo, cualquier punto en el que se pierda la unidad del tejado puede ser el causante, es decir, las juntas de conexión eléctrica, las chimeneas, los sumideros o las antenas pueden ser el foco primigenio de la filtración. Si el agua queda estancada en el tejado acabará produciendo una gotera, de ahí que sea tan importante tener siempre limpias las canales. En el caso de que no localicemos ningún factor exógeno como causante del contratiempo, habrá que abogar por un método más efectivo, aunque algo más lento y elaborado:
Este método alternativo consistirá en dividir el tejado en parcelas y en ir examinando una a una, a la vez que vamos arrojando agua con una manguera; este proceso habrá que llevarlo a cabo con paciencia, velando siempre por conseguir un resultado. Cuando se localice la zona afectada, podrán levantarse las tejas y procederse a la reparación. Y es que estas son algunas claves a tener muy en cuenta.