En los primeros 20 años del siglo XXI, se desarrolló un hito tecnológico que indudablemente ha marcado pauta en los conceptos de energía limpia en muchos ámbitos – especialmente en la arquitectura- y son los paneles solares. A partir de esta invención, el hincapié en establecer la mejor relación posible entre estética y producción de energía renovable se ha fortalecido.
Una empresa en particular desarrollo la fórmula para crear tejas hechas de vidrio, cuya capacidad de producir energía renovable sana es inmensa. Un dato muy atractivo de estas tejas es que, no solo tienen utilidad para construcciones nuevas y frescas, sino que su diseño permite adaptarse a más tipos de estructuras, por lo que pueden ser usadas para techos que vayan a rehabilitarse.
Estas tejas poseen un componente modular en su parte inferior que absorbe la energía contenida en los rayos solares al impactar sobre las tejas, para posteriormente transformarla en calor o electricidad. Mediante leyes de termodinámica, estas tejas hacen un trabajo impecable al producir energía con tan solo la presencia del sol, reduciendo los costos de electricidad en las casas, y al mismo tiempo generando energía sin ningún tipo de desperdicio químico o de otra naturaleza dañina para el ambiente.
Reemplazar las tejas viejas por estas nuevas productoras de energía podrían representar una preocupación para quienes disfruten del aspecto de las viejas; sin embargo, las nuevas tejas de vidrio cuentan con un diseño muy similar a las tejas de pizarra tradicionales, pero con tonalidades más alternativas y modernas en su estética.
La misma empresa se encuentra desarrollando un sistema homologo al de las tejas, pero aplicable para calentadores de agua o módulos de calefacción. Su funcionamiento sería muy similar al de las tejas, ubicando paneles o unidades que absorban los rayos solares, y la energía producida se distribuya hacia un acumulador que distribuya la misma hacia calentadores o radiadores.
Al momento de instalar en techos, los módulos o unidades que producen la energía se ubican en el fondo de la deja, para evitar desgastes o fallas por condiciones climáticas como lluvia, nieve o viento.
Antecedentes de tecnología solar en la arquitectura antes del siglo XXI
En el año 1939 se construyó una de las primeras edificaciones sustentadas en energía solar de la mano de personal del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Estados Unidos. Esta casa empleo un acumulador de energía para alcanzar un estado de calentamiento a través del año. Curiosamente en Estados Unidos, muchos arquitectos tomaron atención a este sistema eléctrico e intentaron incluir algunos de sus elementos a sus diseños; incluso uno de estos arquitectos diseño lo que el llamo “la casa del mañana” en una exposición mundial de arquitectura en 1933, orientando el uso de las ventanas al aprovechamiento solar.
Todo esto provoco un auge del concepto de casas alimentadas por energía solar en la década de los 40, motivando a empresas inmobiliarias de todo el mercado a formar parte de este movimiento publicitario y asentando un precedente en la arquitectura relacionado a la producción de energía y auto sustentabilidad de los hogares.